«¿De donde sacamos la loca idea de que para que un niño se porte bien, antes tenemos que hacerle sentir mal?» Jane Nelsen
La Disciplina Positiva es una metodología que tiene su origen cerca de 1920, gracias al psiquiatra infantil Adler, junto con Dreikus. A partir de los años 80, ha sido Jane Nelsen quien se ha encargado de exponer y experimentar, para después comprobar el beneficio de esta manera de educar.
A través de este modelo educativo entendemos el comportamiento de los niños incluso cuando no es el adecuado, el para qué de su actitud, y así poder guiarles de una forma positiva, con firmeza y cariño, en el camino hacia sus objetivos y descubrimiento de sus talentos.
Es un modelo basado en la comunicación, el amor y el respeto, da herramientas educativas a los padres y madres para conectar con sus hijos y disfrutar de la crianza mientras les enseñan competencias básicas para la vida.
Jane Nelsen cita cinco criterios básicos de la Disciplina Positiva:
- Es amable y firme al mismo tiempo, respetuosa y motivadora.
- Crear en el niño y adolescente un sentido de conexión y pertenencia. Conexión antes de corrección.
- Es efectiva a largo plazo. Enfoque en las soluciones.
- Enseña habilidades sociales y de vida. (Respeto, Colaboración, Empatía, Autodisciplina, Solución de problemas, Asertividad, Resiliencia).
- Ayuda a los niños a desarrollar sus capacidades y a encontrar su talento.
Para ser niños respetuosos, primero deben ser niños respetados.